“Doce cascabeles lleva mi caballo por la carretera”, es uno de los versos de las canciones que aún rondan la memoria de los gimnasianos. El profesor Leal se las enseñó a cantar a generaciones de alumnos que aún recuerdan “Funiculí, funiculá”, “Lloran los guaduales”, «el Sanjuanero«, «Pueblito Viejo» o “Pescador Lucero y Rio”.
Era una costumbre verlo en las mañanas esperando a los niños a la entrada de la Capilla, vestido como a don Agustín le gustaba: de paño, corbata y con los zapatos bien lustrados. Eso sí, nunca sin su tradicional boina que lo caracterizaba, al igual que sus maneras y modales que lo convertían en todo un caballero.
Llegó al Gimnasio Moderno en 1960 y se quedó, como muchos, para toda la vida. Pero también su talento y su vocación de maestro lo llevaron a vincularse como director coral en el Colegio San Bernardo de la Salle, el Instituto Técnico Central, en los Coros Juveniles de Colombia, en el Gimnasio Femenino, en el Clara Casas, en el Gimnasio de Nuestra Señora, mejor conocido como el Nena Cano; y, por supuesto, en el Moderno, que siempre consideró su segundo hogar.
En 1982, logró cristalizar el que sería el mayor de sus sueños: crear un coro polifónico que interpretara música sacra, con el fin de llenar el inmenso vacío que se respiraba en las festividades eclesiásticas. Un coro en el que participaran estudiantes de diferentes instituciones que tuvieran una vocación especial por el canto. Contaba él, que la idea le surgió con motivo del sepelio de don Agustín, en 1975, y en el del Prof, en 1980, cuando de manera espontánea aparecían cantores gimnasianos dispuestos a unir sus voces para despedir sentidamente a sus maestros.
El Polifónico de Leal, contaba con una formación técnica y pedagógica que llevaba a los estudiantes que se vinculaban a él, de manera extracurricular los viernes en la tarde, por una estructura musical, artística y cultural muy sólida, idea a la que se unieron Ana Restrepo del Corral, directora del Gimnasio Femenino; Helena Cano y Leonor Medina, a nombre del Nena Cano; y Mario Galofre por parte del Gimnasio Moderno.
Pero el maestro Leal también era un gran organista y tenía por donde, ya que fue discípulo de Oriol Rangel, aquel reconocido compositor colombiano que fue director por dos décadas de la Orquesta de la emisora Nueva Granada. Por eso podía tocar con la mano izquierda los dos teclados del órgano de la Capilla del colegio, con los pies los pedales, mientras que con la mano derecha, les indicaba a los cantantes cuándo subir la potencia de sus voces.
También Jose Eleázar componía y no se ufanaba de ello. En 1977, al descubrir que se había extraviado la música original de la zarzuela “El Dedo Pulgar”, escrita por Ricardo Lleras Codazzi recién fundado el colegio, y que los alumnos y maestros de ese año deseaban representar durante la Semana Cultural, el profesor Leal escribió unas nuevas partituras que sirvieron como reemplazo para que la función se pudiera estrenar.
Para 2002, fue invitado a musicalizar los versos que Ángel Marcel (Pompilio Iriarte) escribió para el Himno del Gimnasio Sabio Caldas.
En 2014, año del centenario del Gimnasio, la comunidad cantó con gran fervor una nueva versión del Himno del colegio que él años atrás había preparado con partituras destinadas a diferentes instrumentos.
(Vea en este enlace el video que contiene la música del Himno del Gimnasio Moderno que se estrenó en el año del Centenario:
https://gimnasiomoderno.edu.co/gimnasio/historia/nuestrossimbolos/)
El 20 de mayo de 2014, el Consejo Superior del Gimnasio Moderno le impuso la Medalla Agustín Nieto Caballero en Grado Plata, quizás uno de los honores más grandes al que puede aspirar un maestro o colaborador del Gimnasio.
También para la conmemoración de los primeros 100 años del colegio, se convocó a la comunidad para conformar una coral, en honor a su idea polifónica, que acompañara la ceremonia religiosa con la que se dio inicio a la celebración del aniversario del colegio. Los integrantes de ese mismo grupo coral, el pasado 9 de marzo, decidieron exaltar y honrar a su maestro de décadas, con una presentación muy emotiva que se llevó a cabo en la capilla de los Santos Apóstoles dos días después de que el profesor cumpliera sus 90 años.
Cuando La Raqueta Televisión le preguntó en su tradicional sección El Raquetazo, sobre qué es un gimnasiano, sin dudarlo el maestro respondió: Un gimnasiano, es un tesoro para la nación.
Hoy al cielo ha llegado un maestro. Muy seguramente se encargará de dirigir y enseñar en el coro celestial.