El pasado miércoles 22 de febrero se celebró, en la Capilla de los Santos Apóstoles, la ceremonia de imposición de la cruz de ceniza sobre la frente de los creyentes gimnasianos.
Esta importante fecha, que hace parte del cronograma cristiano, que da comienzo a la cuenta regresiva de La Cuaresma: cuarenta días en los que la Iglesia invita a sus fieles a reflexionar y a prepararse para recibir la Semana Santa.
Este año, la imposición de la ceniza para los gimnasianos estuvo a cargo del Capellán del colegio, Padre Mauricio Baraya, quien durante toda la mañana recibió a los alumnos de todos los grados del colegio a quienes les explicó, en un lenguaje agradable y cercano, el significado de esta actividad religiosa.
Las cenizas, según recordó el Padre Baraya en su charla, son elaboradas a partir de la quema de los ramos que los fieles llevan a la iglesia durante el Domingo de Ramos, que fue celebrado el año inmediatamente anterior. Estas cenizas, son bendecidas e impuestas sobre la frente de las personas, como signo de su fe y muestra consciente de la caducidad de la condición humana. Es por esta razón, que las palabras que expresa el sacerdote durante la imposición son: «Polvo eres y en polvo te convertirás» o «Conviértete y cree en el Evangelio«. Frases que de acuerdo con el Padre, son una invitación a responder con las acciones diarias “a tanto amor que Jesús nos mostró desde la cruz. Esa cruz y ese amor que recordamos marcándola en la frente, y es eco de la cruz con que nos signaron el día de nuestro bautismo”.
A pesar de ser un signo que viene desde el antiguo testamento, esta ceremonia fue puesta en práctica en el Siglo IV, cuando los primeros cristianos decidieron que este acto religioso diera inicio, seis semanas antes, de la Pascua.