La Raqueta ha sido renovada gracias al clamor de la comunidad que no soportaba un día más las rupturas de sus placas, que estaban produciendo accidentes entre los niños, el personal y los visitantes del colegio. Hoy, La Raqueta luce como muchos la anhelaban ver: Tranquila, sobria, solemne y sobre todo, segura para toda la familia Gimnasiana.
El noticiero La Raqueta, realizó, en su pasada edición de Marzo, una denuncia en la que evidenció la penosa situación en la que se encontraba este importante espacio.
HISTORIA
Desde que el arquitecto Robert M. Farrington, oriundo de California, Estados Unidos, diseñó la distribución de los edificios del colegio en 1918, La Raqueta ya había sido pensada como el escenario principal en donde ocurrirían los eventos más importantes de la vida del colegio.
Siempre se ha contemplado que en su centro se realicen las actividades con los estudiantes y a su alrededor, lo que vendría siendo el marco de una raqueta de raquetbol si se ve desde arriba, una vía que permite el fácil acceso vehicular hasta el Edificio Principal.
Con los años, fue necesario darle a este recorrido un acabado que facilitara el tránsito. Los antiguos alumnos aún recuerdan a don Agustín ingresando por la Puerta Principal en su Fiat 2300 azul a velocidades vertiginosas, a don Benjamín Casabianca parqueando su Studebaker gris con capota cereza frente al Edificio Principal y al “bus verde” moviendo a paso de tortuga, a estudiantes cuya algarabía salía por las ventanas.
Hoy, casi 70 años después, ha sido necesario volver a construir el sendero para que los 25 buses “pulman”, que integran las rutas escolares, puedan ingresar dos veces al día a desembarcar y embarcar estudiantes sin afectar las placas de concreto.
Es por esto que la Rectoría junto con la Procuraduría, hace más de un año, empezaron labores para renovar esta zona del colegio. Es así como durante seis meses, un grupo de ingenieros y arquitectos fueron convocados para plantear la idea, el diseño y la puesta en marcha de la nueva Raqueta.
LA OBRA
La obra inició el pasado 8 de junio, bajo la coordinación del ingeniero y exalumno de 1988 Carlos Monroy, la gerencia del también ingeniero y exalumno del 63, Jorge García Reyes, “Turro”, la interventoría de Ribón Perry y Cía, el diseño de Christian Binkele y la asesoría estructural del ingeniero Jorge Orjuela.
La Página Oficial del Gimnasio Moderno en Internet le entrega a sus lectores un recuento de cómo fue la evolución de las obras durante el período de vacaciones:
8 de junio: A penas los estudiantes salieron a vacaciones después del medio día, la maquinaria ingresó para demoler todas las placas de concreto y luego retirar los desechos. Un proceso que tomó 3 semanas.
18 de junio: Con todas las placas retiradas, se dio inicio a la excavación a lo largo del marco y del “mango” de La Raqueta. La profundidad de este espacio alcanzó los 55 cm. necesarios para poder construir la estructura de la vía y poner sobre ella una capa de 18 cm. de concreto.
25 de junio: Se inició la instalación del bordillo y las canales perimetrales que demarcarían la nueva Raqueta.
29 de junio: El concreto fue hormigueado en un primer segmento: el costado que da hacia el Edificio de la Primaria.
8 de julio: Se concluyó la fundición de todo el concreto a lo largo del marco y el mango de La Raqueta.
9 de julio: Se inician labores para culminar detalles de manejo de aguas como los sumideros, alcantarillas, andenes y rampas.
MANEJO DE LAS AGUAS
Uno de los mayores problemas que encontraron los ingenieros fue el manejo de las aguas, ya que el 90% de ellas ingresan por la empinada calle 75, que trae todas las corrientes de la carrera 7ª. Para dar solución a este problema, el ingeniero Carlos Monroy explica: “se va a construir un gran cárcamo justo a la entrada del Colegio sobre la Carrera 9ª. De este cárcamo, saldrá una tubería de 10″ que descargará las aguas lluvias en la red de alcantarillado de la ciudad”.
SECADO DEL CONCRETO
Al regresar de vacaciones, los alumnos se encontraron con una Raqueta diferente. Pero aún los buses no pueden ingresar debido a que toma cerca de 20 días para que los procesos químicos, propios del concreto, terminen y lo hagan más sólido y consistente.
El nuevo diseño muestra ahora un espacio al mismo nivel de otros espacios, lo que logra generar el efecto de que el colegio es un gran patio, quizás como desde un principio se lo imaginó Robert Farrington.