Querida Comunidad Gimnasiana:
Con mucha alegría les escribo durante la Semana Santa para anunciarles la Buena Noticia de la Pascua del Señor, de la victoria del amor y la vida sobre la muerte y el pecado, en la Resurrección de Jesucristo.
Este año tenemos que vivir la Semana Santa y la celebración de la Pascua resguardados, en cuarentena, en nuestras casas para afrontar la dura realidad de la pandemia del Coronavirus. En medio del cambio radical que esta enfermedad nos está imponiendo, estamos invitados a reconocer algunas de las verdades más importantes de la vida.
Este tiempo histórico es un momento oportuno para darnos cuenta de las personas, lugares y actividades de socialización y recreación más significativas para nuestra vida. Es un tiempo para descubrir de nuevo la belleza de la familia, de las actividades y de los juegos que se pueden hacer en casa; al mismo tiempo, estas circunstancias ponen al descubierto todos los limites, dificultades, heridas y pecados que tenemos. A veces la convivencia en familia es muy difícil y nos sentimos impotentes frente a todas las incertidumbres que nos impone este momento histórico. Es un tiempo para reconocer nuestra necesidad del perdón y de la misericordia de Dios.
La semana pasada, el Papa Francisco nos invitó a vivir el drama de estas circunstancias a la luz de la fe. Estamos viviendo una experiencia muy parecida a la de los apóstoles en la barca cuando estaban asustados y desorientados por la tormenta inesperada y furiosa.
Como los apóstoles, estamos invitados a reconocer nuestra necesidad de ser acompañados y consolados por el Señor. El Papa quiere exhortarnos a tomar en serio la invitación para que Jesús entre en la barca de nuestras vidas y de nuestras familias. En estas semanas nuestras hogares se han convertido en escuelas de amor, paciencia y misericordia. Con Él a bordo, podemos aprovechar este tiempo para crecer en el amor a Dios y al prójimo.
Los invito a rezar cotidianamente con sus familias por todas las personas que están directamente comprometidas con la lucha contra el virus, por los que guían nuestro querido país y tienen que tomar decisiones vitales por el bienestar de todos los colombianos, por todas las familias y personas que están sufriendo los efectos de esta pandemia y por todos los integrantes de nuestra querida comunidad Gimnasiana.
Quiero recomendarles, en estos días, vivir la solidaridad a través de pequeños actos de caridad en sus hogares y por los que más sufren y los más necesitados.
Con la certeza de la fe en la victoria de la vida y del amor de Jesús, aprovechemos este tiempo para dejar que la luz de Cristo guíe y acompañe nuestras vidas.
Feliz Pascua para todos.
P. John Roderick
Capellán