Durante el primer bimestre de este año, los gimnasianos de Montessori I adoptaron orugas que encontraron en los prados del colegio. Las observaron y lograron ver en detalle su proceso de metamorfosis, hasta convertirse en mariposa.
Todo comenzó el 7 de febrero, cuando unos niños encontraron al lado de la huerta, en la mata de curuba, a estos habitantes del colegio. Las acogieron, las llevaron a sus salones de clase y las convirtieron en sus nuevas mascotas.
Se trataba de orugas de las mariposas más comunes de la Sabana de Bogotá, la mariposa de la familia de la Dione glycera, también llamada “espejito del curubo”; llevan este nombre por el color plateado de la parte externa de sus alas y a que ellas utilizan las plantas de curubo para poner sus huevitos.
Los estudiantes de los tres Montessori I, las observaron y dibujaron día a día para plasmar el proceso de transformación de oruga a mariposa, pasando por sus diferentes estadios; por ejemplo: crisálida o pupa.
Después de aproximadamente un mes de observación, los niños vieron como su “mascota” se transformó en mariposa y la dejaron volar libremente.
Esta experiencia hace parte del proyecto “Vuelo hacia la sustentabilidad”, que ha emprendido el Gimnasio, el cual busca que los gimnasianos tengan experiencias significativas de contacto con su entorno, y que desarrollen sentido de pertenencia por su colegio, reconociendo y respetando las especies de animales y plantas que habitan en él.