La comunidad gimnasiana lamenta profundamente el fallecimiento, el pasado 17 de enero de 2017, del exalumno de la promoción 1939, Señor Álvaro Sáenz Camacho, quien por más de 30 años, colaboró con el rumbo del colegio desde la Procuraduría y el Consejo Superior, órgano directivo del cual fue presidente durante varias décadas.
Junto a Mario Galofre Cano, Rector del colegio (1981 – 1994), se encuentra don Álvaro Sáenz Camacho.
Sáenz estudió arquitectura en las Universidades de MIT y Cornell. En 1946, junto a los reconocidos colegas Rafael Esguerra García, Rafael Urdaneta Holguín, Daniel Suárez Hoyos y Germán Samper Gnecco, creó la firma que años después llevaría el nombre de Esguerra, Sáenz y Samper Ltda, de la cual se desempeñó como Gerente General.
Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango
Entre los trabajos más destacados que lideró, se encuentra la construcción del Edificio de Avianca, el Palacio Arzobispal de Bogotá, el coliseo del Colegio Teresiano y la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, entre muchos otros.
Asimismo, fue promotor y organizador de la primera exposición de arquitectura nacional en Nueva York, siendo él, el representante de la Sociedad Colombiana de Arquitectos en este evento. También, fue vocal principal de la junta directiva de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá.
Fotografía de algunos de los miembros del Consejo Superior de 1989. De izquierda a derecha: Germán Pardo Sánchez, José Pablo Uricoechea Corena, Mario Galofre Cano, Ana Restrepo del Corral y Alvaro Sáenz Camacho.
Desde el año de 1975 hasta el año 2006 hizo parte del Consejo Superior del Gimnasio Moderno y también conformó ese mismo cuerpo en el Gimnasio Femenino por un número importante de lustros.
De manera desinteresada y con el ánimo de aportar a la vida gimnasiana, Álvaro Sáenz diseñó el monumento que glorificó y exaltó la memoria a Monseñor Emilio de Brigard y que durante varios años estuvo ubicado en la nave occidental de la Capilla del colegio. De igual forma, lideró el comité que seleccionó a la firma gimnasiana, entre varias participantes, dentro del concurso que se abrió para el diseño y la construcción del Centro Cultural, en 1985.
El colegio le rinde homenaje a Don Álvaro, quien siempre orientó con sutileza y discreción los destinos de la Institución a la que le entregó muchas horas de su vida.