Entre las ramas del hermoso Urapán, que se encuentra sembrado desde hace más de 60 años en el centro de la zona verde de Montessori, a las 6 de la tarde, del 2 de marzo, comenzó la ceremonia inaugural de la Casa del Árbol.
Una casa en guadua, con forma de globo, diseñada a la medida de los niños, que cuenta con escaleras, ventanas, puertas y un gran tobogán para descender y al mismo tiempo sostener la bonita estructura.
Este lugar, se ha convertido en el mejor espacio para fomentar, desde la infancia, la Disciplina de Confianza; así como los grandes lo hacen desde sus comités, ahora los más pequeños también tendrán un lugar desde donde liderar, gobernar, jugar, dormir, estudiar, respetar y hacer respetar. Será un taller perfecto para desarrollar su autonomía al mejor estilo gimnasiano.
La administración del Gimnasio consultó con un ingeniero forestal -antes de que los temores de los padres se tomaran la Rectoría-, sobre la vitalidad de este gigante de la naturaleza, que ha visto crecer a cientos de gimnasianos. Los técnicos, en sus estudios, han demostrado la vigorosidad de este árbol y afirmaron que se encuentra en perfectas condiciones para recibir entre sus ramas, la estructura de esta casa en el aire.
Cualquiera que hoy pase por ahí, podrá ver cómo cobra vida el diseño del arquitecto Roberto García, padre de familia de un niño de Segundo B, quien logró materializar todas las ideas que los niños propusieron, como resultado de su Centro de Interés.