El exalumno, ornitólogo, profesor y actualmente Coordinador del Área de Ciencias Naturales del colegio, Mauricio Álvarez Rebolledo, fue reconocido por el diario El Espectador, por su trabajo de investigación que lo llevó a constituir uno de los bancos sonoros de los cantos de las aves más importantes de América Latina.
Mauricio, o «El Turista», como se le reconoce en el argot gimnasiano por llevar colgada durante su época escolar una cámara fotográfica que empleaba para capturar los mejores momentos y paisajes, se destacó desde su infancia por su sensibilidad y amor por los animales, lo que lo llevó, luego de graduarse del colegio en 1984, a estudiar biología en la Universidad de los Andes y posteriormente a trabajar en un laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, en Nueva York.
Sonido que emite una Lechuza Común, Tyto Alba, también llamada lechuza de los campanarios. Registro sonoro realizado por el profesor Álvarez
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Durante 15 años hizo parte del grupo de exploración y monitoreo ambiental, encargado de realizar el inventario nacional de la biodiversidad del país. Como ornitólogo del grupo, se dedicó al estudió de las aves de las regiones Caribe, Amazonía, Orinoquía y los Andes colombianos.
Toda esta experiencia quedó consignada en el Banco de Sonidos Ambientales del Instituto Humboldt, que en la actualidad alcanza más de 23 mil registros de los cantos de diferentes especies de aves colombianas, convirtiendo al profesor en uno de los ornitólogos pioneros en la bioacústica en el país.
Sonido que emite un Búho Orejudo o Asio stygius que habita en el Altiplano Cundiboyacense y el cual un día fue detectado por los alumnos del colegio en el Parque de los Fundadores (Ver nota)
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Las jornadas de Mauricio, durante sus estudios, iniciaban al amanecer, pues los ornitólogos deben estar con sus equipos de grabación y binóculos en el lugar de observación antes de que se levanten las aves, para registrar sus actividades cuando inician el día. Posteriormente, las grabaciones logradas son llevadas a un laboratorio especializado en bioacústica, para analizar los datos y realizar el proceso de reconocimiento y documentación.
«El interés por la biología -cuenta el profesor Álvarez- surgió en Cuarto Decroly en el colegio, cuando una profesora, arqueóloga de formación con conocimientos en Ciencias Naturales, nos mostró la belleza del mundo natural y nos enseñó cómo, a través de la investigación, se podía llegar a descubrir cosas maravillosas».
Más adelante, cuando estudiaba en la Universidad de los Andes, tuvo como profesor al gimnasiano y ahora también maestro del Gimnasio, Carlos Arturo Mejía,»Caturo», a quien Mauricio considera su mentor por haberle enseñando que en los procesos naturales nada es obvio y que todos tienen un trasfondo que se debe investigar.
Al preguntarle al profesor Álvarez sobre cuál es su ave favorita, respondió que:
«…los pájaros hormigueros (Formicariidae), porque siguen los ejércitos de hormigas con comportamientos muy particulares. Estas aves son originarias de Sur América y se encuentran en las selvas de tierras bajas. Cuando las hormigas pasan, mueven la hojarasca y espantan a los insectos que se encuentran ahí lo que aprovechan estas aves y cazan a los insectos que huyen de las hormigas».
Audio captado por el profesor Álvarez, durante un amanecer en el Parque Nacional Tuparro
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A Mauricio le gustaría que sus estudiantes se acordaran de él cuando logren alcanzar un descubrimiento, pues en ese momento se hace realidad el consejo del escritor argentino Jorge Luis Borges: “Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar”. El profesor Álvarez comenta también que quiere «demostrarles a sus estudiantes, que la vida natural es más fantástica que los videojuegos, pero que para descubrirla se requiere de constancia, dedicación; pero sobre todo, de paciencia».