A mediados del siglo pasado, el poeta, filósofo y educador indio, Rabindranath Tagore fue una de las personas más influyentes de la época. Don Agustín Nieto Caballero admiraba su filosofía como educador pionero y fundador de la escuela Shantiniketan (morada de la paz), donde formaba a los estudiantes al aire libre a través del desarrollo de la sensibilidad y la emoción en contacto con la naturaleza.
Don Agustín tuvo la oportunidad de viajar a Buenos Aire, Argentina, y allí conoció a Tagore, quien dijo que el Gimnasio Moderno y su escuela Shantiniketan son dos gotas de agua en su intención con los maestros, en sus propósitos educativos y en los ideales que persiguen.
En 1924, Agustín Nieto Caballero escribió la siguiente carta, donde narró la magnífica experiencia que tuvo al conocer a este gran filósofo y poeta: