Desde el mes de abril, los edificios del Colegio han sido objeto de varios estudios técnicos para que se puedan acoger a la ley de sismo resistencia, que está contenida en la norma NSR-98, hoy NSR-10. Esta norma, dicta las disposiciones para el reforzamiento estructural anti sísmico para todo tipo de construcciones y obliga a que estructuras construidas antes de su vigencia, se actualicen a las condiciones sismológicas de Bogotá, ciudad que ha sido catalogada como de riesgo sísmico intermedio.
Las edificaciones del Colegio, en su condición de Bien Cultural de Interés Nacional, requieren de cuidadosos y detallados estudios para que la intervención que sea necesario hacerles, no altere sus valores arquitectónicos, su historia, la época en la que fueron construidos.
El Ministerio de Cultura, a través de su división de patrimonio, obliga a que los estudios y las obras que se realicen en predios que tengan estas cualidades, sean coordinadas por un arquitecto restaurador y por ingenieros estructurales expertos en el tema. Por esta razón, el Colegio realizó una convocatoria entre profesionales de este campo y luego de analizar su experiencia, seleccionó al arquitecto Néstor Vargas y a la firma de ingeniería PSA.
El primer paso que realizaron las firmas contratadas, que les tomó casi 4 meses, fue el levantamiento de las condiciones arquitectónico-estructurales y la toma de muestras de los muros de los edificios que componen el campus del Colegio.
El cronograma de trabajo informa que, a la fecha, las muestras sustraídas fueron evaluadas en los laboratorios y, con los resultados, los especialistas están haciendo una modelación matemática, a través de un software que les permite detectar la vulnerabilidad sísmica de las estructuras actuales. Basados en esta información, el arquitecto y los ingenieros propondrán a manera de correctivos, distintas alternativas que satisfagan los correctivos necesarios para cumplir con las exigencias contempladas por la ley.
A finales de febrero de 2011, se espera que la propuesta sea entregada ante el Ministerio y a la Curaduría urbana para que, después de ser evaluados por estos orga-nismos, se expida la licencia de construcción que le dará luz verde a las obras que, se espera, iniciarán durante el segundo semestre de ese año.
La magnitud y lo delicado de este proyecto es tal, que solamente en estudios, el Colegio ha invertido un valor de 480 millones de pesos. Con este reforzamiento, el colegio cumplirá todas las exigencias y sus alumnos, profesores, empleados y visitantes, estarán más protegidos en caso de presentarse una eventualidad.