Los gimnasianos por tradición llevan en sus venas el amor por el fútbol y el estado de la cancha del bachillerato no le hacía justicia. Existían aspectos técnicos como la continuidad de la pendiente y muchas irregularidades en el terreno que dificultaban la práctica de este deporte. Por esta razón, la administración del colegio consultó la opinión de varios expertos en el tema, para que dieran una respuesta a esta necesidad.

Después de analizar distintas propuestas que contemplaban un rango muy variado en cuanto a presupuesto y soluciones técnicas, se eligió a la compañía del ingeniero Néstor Fernando Rozo Salgado, padre de familia, para realizar este proyecto.

Su propuesta se desarrolló en varias etapas. La primera contempló el levantamiento topográfico del terreno, donde se ratificó el mal estado de la cancha. El promedio de desnivel era de 65 cm, en el punto más crítico llegaba a ser de 1.48 m. Además se encontró, que un amplio porcentaje del área, presentaba ausencia total de grama.

En la segunda etapa, se levantó cerca del 80% del césped de la zona occidental. Luego con ayuda de una moto niveladora, se emparejó el terreno con tierra negra y abonada, siempre respetando el grado de desnivel que hace parte del drenaje natural del campo de juego.

Adicionalmente, para la correcta compactación del terreno, se utilizó un rodillo con sistema de vibración.

Con el campo listo, se procedió a la reinstalación de cespedones; en total se sembraron más de cuatro mil metros cuadrados de pasto.

Se inició el proceso de riego. Para tal fin, se han traido más de ocho carro tanques de agua, con una capacidad de 15 mil litros cada uno.

Por el momento se espera que el pasto crezca para poder realizar el primer corte durante la tercera semana de febrero. A esa altura, se hará una nueva revisión y se corregirán irregularidades menores en el campo. Posteriormente, se realizará una segunda poda del césped, para así poder re-inaugurar la cancha de fútbol a mediados de marzo.

La administración del colegio agradece el apoyo económico recibido por parte de la comunidad en general, y en especial por parte de los exalumnos.

Esta es una mejora que busca estimular la práctica deportiva de los estudiantes y de la comunidad gimnasiana.