Por primera vez en la historia del colegio se llevó a cabo la ceremonia de cambio de corbata. Un acto en el que se le rindió homenaje a la tradicional corbata negra, que acompañó por décadas al uniforme.
Después de la impecable entrada de la Banda, los asistentes se quitaron la tradicional corbata negra de sus cuellos, la ondearon sobre sus cabezas para decirle “hasta pronto” y se pusieron la nueva corbata que resultó ganadora en el concurso que se organizó el año pasado entre toda la comunidad.
La nueva corbata del uniforme gimnasiano, mantiene en el fondo el color negro de su antecesora, está acompañada por tres elementos gráficos distintivos: rayas gruesas verdes y rayas naranjas más delgadas, en ángulo de 45 grados, y en la parte inferior se aprecia el escudo del colegio.
Las corbatas han evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad. Quizá su antepasado más lejano sea el pañuelo que se anudaban los señores en el Siglo II, pasando por la de tipo de encaje. El diseño de corbata más cercano al de hoy, surgió en 1880, cuando los estudiantes de la universidad de Oxford decidieron atarse al cuello, con un nudo, las cintas de sus sombreros. A partir de entonces, los sastres de la época comenzaron a coser corbatas con franjas diferenciadoras según la institución a la que pertenecieran sus clientes.
Hoy, más de un siglo después, se podría afirmar que el diseño de la nueva corbata del uniforme cumple ese mismo propósito. Al respecto, los estudiantes del Gimnasio Moderno la han acogido de buena manera y, dentro de poco, será extraño no verla entre las solapas del blazer azul.