Uno de los hombres más cercanos al papa Francisco, que se ha destacado en la reciente visita del Pontífice al país, es gimnasiano. Se trata de Monseñor Mauricio Rueda Beltz, quien recibió su diploma de bachiller en 1987.
Desde enero de 2016, este exalumno que en su vida escolar recibió en dos oportunidades la Copa del Bello Carácter (En 5º de Primaria en 1980 y en 9º grado en 1985) tiene la responsabilidad de organizar los viajes eclesiásticos de Jorge Mario Bergoglio.
Mauricio, luego de recibir su diploma de manos del entonces rector Mario Galofre Cano, ingresó al Seminario. Más adelante, su vocación lo llevó a profundizar sus conocimientos en Derecho Canónico, en Roma.
Gracias a su cercanía con el Gimnasio, en el año 2000 fue nombrado como miembro del Consejo Superior, cargo que desempeñó hasta mediados de 2002, cuando tuvo que dirimir debido a obligaciones relacionadas con su creciente carrera religiosa, que lo llevó a destacarse también en sendas nunciaturas en Estados Unidos y Jordania.
El máximo jerarca de la iglesia católica en Colombia, el cardenal Rubén Salazar, se refiere a él como: «una persona inteligente, de gran capacidad organizativa; prudente, de excelentes relaciones humanas. Profundamente espiritual«.
Además de recibir en dos oportunidades la Placa del Bello Carácter, Mauricio también se destacó en el colegio por manifestar un especial interés hacia la cultura y por su amor a la música, tal y como lo narran dos compañeros de su promoción en la biografía que sobre él aparece en El Aguilucho:
Como lo menciona su biografía, en el último año escolar se destacó como Director de El Aguilucho, cuna de los escritores más destacado del país, en donde escribió varios artículos. Uno de ellos, en conjunto con su compañero Diego Chaves, sobre la creación del departamento de Extensión Cultural, el antepasado de la Agenda Cultural de hoy en día:
Mauricio siempre ha conservado su amor y respeto por el colegio. Ahora, como Director de los viajes eclesiásticos del papa y quien se ha demostrado le habla más cerca al oído, corrobora lo que el Gimnasio Moderno siempre le enseñó: elegir libremente el camino que su alma le dicte, pero asegurarse de ser el mejor en esa ruta seleccionada.
Créditos:
Foto de portada AFP
Foto contenidos: AFP / FILIPPO MONTEFORTE y ARCHIVO GIMNASIO MODERNO.