El Gimnasio iniciará una nueva etapa de su historia con la llegada de Víctor Alberto Gómez Cusnir a la rectoría, a partir del próximo 23 de julio. La Página Oficial del Gimnasio Moderno en Internet presenta a sus lectores algunos rasgos de su vida que aparecieron entre los archivos del colegio y algunas preguntas que él mismo le respondió a los micrófonos de la emisora.
LA PRIMARIA
Llegó a Montessori en 1967. En su primer año escolar, Víctor Alberto “sobresalió por su compañerismo, sus buenos modales y su espíritu deportivo”, cualidad que años más adelante le entregó muchos triunfos al Gimnasio, en básquetbol y fútbol, entre otros.
Más adelante, se destacó por su especial interés hacia la lectura. Hoy en día advierte que es un lector empedernido.
Desde el inicio de su vida escolar, ocupó los primeros lugares de su clase; sin embargo, en Tercero, su profesora Fanny, hizo algunas anotaciones en la libreta sobre ciertos rasgos de indisciplina que estaba presentando. Al preguntarle sobre esta situación, con la entereza que lo caracteriza, respondió: “Toda mi vida he sido un hombre hiperactivo. No me puedo quedar quieto. Esas son cosas de mi perfil. Soy una persona muy traviesa y curiosa. Nunca me he podido quedar callado. Hablo muchísimo todo el tiempo, me gustan las exposiciones, hablarle a mis compañeros, preparar temas. Quizás por eso era un poquito inquieto. Hoy en día uno entiende que hay ciertas clases que demandan paciencia y silencio; y yo para eso era flojísimo”.
En cuarto Decroly, su maestra, lo calificó como “un niño de temperamento activo, estudioso y con un alto sentido de la responsabilidad”. Características que ha mantenido a lo largo de su vida.
BACHILLERATO
Inició su Bachillerato bajo la mirada del profesor Omar Cárdenas, su Director en Preparatorio y en Primero (sexto), quien además de señalar su estupendo rendimiento académico, también destacó “su constante participación en clase y sus excelentes condiciones intelectuales”.
SUS MAESTROS
Al preguntarle por sus maestros, con gran aprecio y cariño recordó a cada uno de ellos. A la memoria se le vinieron muchos nombres y asignaturas que le dictaban, pasando por anécdotas y características particulares que tenían en el salón de clase. Manifestó un profundo respeto por cada uno de ellos y recordó con gran entusiasmo la universalidad del Prof, y la visión, rectitud y enseñanzas en valores de Don Agustín.
“Hay un maestro que llevo en el corazón –señaló- que me enseñó muchísimas cosas y a quien le debo gran parte de lo que soy. Un maestro que me mostró que uno no debe tomarse todo tan en serio, que tampoco uno debe creerse tan importante. Su nombre es Ángel Marcel, Pompilio Iriarte, a quien quiero muchísimo y con quien me identifico en muchos aspectos de la vida como la sencillez y la humildad”.
ÚLTIMOS AÑOS
En 1978, cuando cursaba Quinto de Bachillerato (Décimo), su Director de Curso lo nominó a la Placa del Bello Carácter, reconocimiento otorgado por “su fina manera de proceder, por su sencillez y humildad y por ser un gimnasiano a carta cabal».
Al año siguiente, de manos del Prof Ernest Bein, recibió su diploma como Bachiller, momento en el que culminó una etapa escolar llena de méritos y buenos resultados, augurio de un futuro promisorio.
Esta fue la biografía que sus compañeros le escribieron para la segunda edición de El Aguilucho de 1979.
LA BANDA
El año de su graduación, “Beto”, como le dicen sus amigos, también fue Tambor Mayor de la Banda. Por eso, cuando le preguntamos por su lugar favorito del campus, respondió que tiene varios, pero que prefiere La Raqueta, porque para él “ese espacio es un símbolo de decoro, de nobleza, de reconocimiento, de solemnidad”.
LOS DEPORTES
Para pesar de algunos y alegría de otros, Victor Alberto reveló que es hincha apasionado de Millonarios; sin embargo, dejó en claro que “respeto mucho a los hinchas de Santa Fe y sé de la historia del Santa Fe en el colegio. En mi familia existe esa división: la mitad son Santafereños y la otra de Millonarios. Y hemos aprendido a convivir con eso”.
Cuando se le preguntó por el deporte que practica hoy en día, respondió que por sus canas prefiere los deportes de alto rendimiento intelectual. Fue entonces, cuando contó que desde pequeño ha sido fanático del Ajedrez y que este profundo juego de mesa siempre ha sido muy importante en su vida. Incluso, narró la anécdota en la que él, en 1996, fue el primer colombiano que se enfrentó al reconocido ajedrecista ruso, Boris Spassky, en una partida que quedó en tablas (empatado). Spassky fue el mismo que en 1972 desafió al norteamericano Bobby Fischer, en un duelo histórico.
LA MÚSICA
Víctor Alberto no puede decir que tiene una predilección especial por un género musical. Confesó que le encanta toda la música. Sobre todo, la música de su época. Artistas como The Beatles, The Rolling Stones, Billy Joel, Elton John, Michael Jackson, Carol King, Cat Stevens, Pink Floyd, entre otros, hicieron parte del repertorio de sus “rumbas” a las que le añadía uno que otro bolero y varios vallenatos que acepta “no pueden faltar en mi vida”.
A pesar de los intentos del Prof Bein por internarlo en el ámbito de la música clásica, afirma que le gusta escucharla pero que jamás se atrevería a afirmar que es un experto en el tema.
En cuanto a la música de los jóvenes, específicamente el Reggaetón, revela que entiende que cada época tiene su música y sus intérpretes, pero manifiesta cierta preocupación por los contenidos y mensajes que algunos de estos temas le están enviando a los jóvenes.
EL GIMNASIO
Cuando se le indagó sobre el Gimnasio del mañana, respondió que “los gimnasianos deben ser ciudadanos del mundo. Deben aprender a desarrollar las habilidades de un bachiller del siglo XXI. Habilidades que se deben ver enmarcadas en un pensamiento analítico y crítico, para que los muchachos puedan acceder a las mejores oportunidades que el mundo les puede ofrecer, por que el gimnasiano ha estado y está llamado a ser líder, dirigente, a desempeñarse en sectores muy importantes para la sociedad. Pero para eso, hay que prepararse».
A su modo de ver, afirma que «el concepto de tener gimnasianos felices no debe reñir con la exigencia académica. Un estudiante que se sienta estancado por no tener oportunidades, siempre se va a ver frustrado, limitado. Estamos convencidos de que los gimnasianos deben y pueden alcanzar muy buenos estándares y para esto se requiere buena excelencia, actitud y comprensión de lo que se quiere hacer. No se trata de hacerlos infelices a costa de que aprendan. ¡No!. Se trata de poner en una balanza, un proceso pedagógico que dará como resultado estudiantes felices, educados e instruidos”.